De amarras y defensas

De amarras y defensas

Finalizadas las vacaciones de verano muchos barcos entran en un periodo de invernaje, durante el cual el tiempo entre visita y visita de sus armadores a bordo se va alargando en función de la meteorología. En casi todos los puertos deportivos se cuenta con un buen equipo de marineros de puerto, que velarán por nuestra embarcación y revisarán la tensión de las amarras en caso de que arrecie el mal tiempo. Pero no está de más que nosotros mismos tomemos las precauciones adecuadas. Por este motivo debemos prestar especial atención a las amarras y a las defensas de nuestro barco, para evitar daños propios o a terceros en caso de temporal.

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En lo referente a las amarras debemos usar unas cuyo calibre (grueso) y carga de rotura sea el adecuado a la eslora y desplazamiento de nuestro barco. Los cabos de amarra con una cierta elasticidad son más adecuados que los que no la tienen. O bien podemos intercalar en la línea de amarre amortiguadores tales como muelles de acero o amortiguadores de goma, para evitar que los "tirones" puedan dañar las cornamusas del barco.  Las amarras soportan muy bien la fuerza de tracción pero en cualquier caso debemos protegerlas contra la fricción. Proteger los cabos en las zonas donde puedan entrar en contacto con el hormigón del pantalán (por ejemplo) o con el acero de los guiacabos o gateras de nuestro barco; un trozo de manguera puede hacer perfectamente esta función y alargaremos la vida de nuestras amarras.  En el caso de barcos amarrados de proa o de popa, el barco debe estar lo suficientemente alejado del pantalán para que en su vaivén no llegue a tocar nunca con éste, prestar atención a la tensión del muerto y poner defensas en el pantalán para evitar daños en el casco si llegase a tocar. En el caso de barcos abarloados a un pantalán o finger, es muy importante la distribución de las defensas en el costado del barco, a una altura adecuada para que protejan nuestro flanco de golpes contra el pantalán. Dar amarras al muelle de largo y de sprin a proa y a popa, y siempre en atención a la posición de nuestro barco y de barcos vecinos.

En cuanto a las defensas, es importante que la cantidad de defensas sea adecuada a la eslora de nuestra embarcación para que los flancos queden completamente protegidos. Tener en cuenta la altura entre nuestra regala y la del barco vecino para acomodar la posición de las defensas. Éstas tienen una doble función: proteger nuestro barco y evitar que nuestro barco pueda provocar daños a los barcos vecinos. Es importante tanto el tamaño como la presión de inflado, tener en cuenta que unas defensas con demasiada presión no amortiguarán los golpes, sino que lo transmitirán directamente al casco. En cambio, unas defensas demasiado blandas pueden quedar completamente chafadas ante la embestida de otro barco y no ser efectivas para proteger nuestro casco. Cada fabricante debe indicarnos cuál es la presión de inflado adecuada para cada modelo, pero en lo general una buena presión sería entre 0'15 y 0'18 bar para defensas standard.

Podemos dar un extra de protección colocando defensas a proa o a popa, dependiendo de la posición en que el barco quede amarrado. Existen defensas específicas que se adaptan perfectamente a la forma del casco o incluso de la plataforma de baño. Toda protección es poca, y no hay que hacer muchas cuentas para deducir que la compra de defensases una pequeña inversión en comparación con el elevado coste que puede llegar a tener una reparación en la fibra y gel coat.

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